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En el año 1948, Santos Sánchez Rodríguez puso en marcha uno de los establecimientos más emblemáticos de Tomelloso, el Bar Alhambra ubicado en pleno corazón de la ciudad, en la Plaza de España. Estamos ante un buen ejemplo de negocio familiar, bien cuidado que ha resistido los envites del paso del tiempo, gracias a un esmerado servicio y una oferta gastronómica donde cobra especial importancia la tradicional comida manchega. La temprana muerte de su fundador obligó a la viuda, Carmen Martínez, a tomar las riendas de un negocio en unos tiempos en los que la mujer tenía escaso protagonismo en la vida social, y aún menos, en la económica. Pero ella,(empresaria incansable en restauración, agricultura y ganadería de ovejas y queso manchego), con el apoyo crucial de su hijo Bonifacio, defendería con gran dignidad el negocio. Pronto aparecería también otro de los hijos, Ramón, que continua ahora al frente del restaurante en las instalaciones que estrenaran en el año 2004 en la carretera de Argamasilla de Alba.
El Bar Alhambra ha sido una autentica escuela de la hostelería pues muchos de sus trabajadores abrieron después sus propios bares. Asimismo , dentro de sus paredes han tenido cabida personas llegadas de diferentes sectores: agrícola, ganadero, industrial, político y social. Hasta el genial escritor, Francisco García Pavón, sitúa las andanzas de algunos de sus personajes en el Bar Alhambra.
Una de las citas a la que jamás se podía fallar era a “la caña del Alhambra” acompañada siempre de unas tapas exquisitas, con mención especial para la famosa ensaladilla rusa. Cercanía, buen servicio, calidad, ambiente agradable y sencillez son signos distintivos de un bar que se acerca a los 70 años de vida.
  
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